Enseñando la BONDAD

Algunos filósofos, estudiosos del conocimiento coinciden en que la riqueza de una sociedad o incluso de una institución educativa no depende de la cantidad de conocimientos, sino realmente del por qué y para qué de ellos. Afirman que "lo que hace bueno el conocimiento es la bondad del fin que se persigue." Por este motivo, cuando hablamos de educación en valores, es importante entender que más allá del concepto teórico, los niños deben entender el porqué de esta. 

Uno de los fines más importantes de la formación en valores es promover la convivencia. Como padres y educadores tenemos una responsabilidad importante en ayudar a los niños no sólo a aprender los valores sino a creer en ellos. 

Los seres humanos nacemos sin creencias y en el proceso de crecimiento y desarrollo (con influencia de la familia y sociedad) vamos conformando nuestro sistema de creencias. Y hago referencia al concepto de creencias, pues éstas se convierten en un factor determinante en la formación en valores. Las creencias son las que mueven realmente a una sociedad (Ortega y Gasset). Y así como las personas actuamos movidas por nuestras creencias, es importante enseñar a los niños a actuar movidos por sus valores. Adela Cortina, catedrática de Ética y Filosofía, define los valores como cualidades de las acciones, las personas y las cosas que ayudan a hacer del mundo un lugar habitable. Los valores entonces, se convierten en un importante marco de referencia para actuar y decidir. Cada familia y sociedad puede elegir qué valores enseñar, sin embargo, hay un valor universal que moviliza a los demás valores: es el valor de la Bondad. Pero, ¿Cómo podemos contribuir a la formación en valores y específicamente de la bondad? A continuación, comparto algunas acciones desde la experiencia como mamá y educadora: 

  • Traduciendo el valor de la bondad: convertir este concepto abstracto en acciones concretas. Mencionar cómo se ve el valor y dar ejemplos de acciones bondadosas. Perdonar a otro cuando comete un error, decir gracias, ayudar a un amigo, compartir algo.
  • Los valores se descubren en la experiencia, no se descubren en los libros. Adela Cortina, afirma que los valores "se aprenden a través de un proceso de degustación". Por esta razón, la mejor manera de enseñar valores es dando oportunidades a los niños para "degustar" los valores. Pues quien tiene la posibilidad de experimentar la bondad, tendrá más probabilidades de aprenderla y usarla, de ahí el efecto boomerang de la bondad. 
  • Enseñando el valor de las cosas: "La vida no se hace sólo de hechos, sino que se hace de hechos valorados, de decisiones valoradas, hacemos nuestra vida desde lo que valoramos, desde lo que preferimos" (Cortina). Qué buen regalo damos a los niños cuando les enseñamos a hacer valoraciones de la vida desde la bondad. 
  • El poder del lenguaje:  La forma como hablamos a los niños se convierte en su lenguaje interior. Por este motivo, una forma de promover y enseñar la bondad es usando el lenguaje de los valores como referente en nuestras conversaciones con ellos.  Y la manera más poderosa: coherencia entre palabra y acción. 

Finalmente, si los valores hacen de nuestro mundo un hogar, con la formación en valores podemos hacer de la familia y el colegio un hogar, reconociendo lo humano que hay en el otro, y entendiendo que todos tenemos la posibilidad de aprender los valores.  

Referencias: 

  • Educación en valores y responsabilidad cívica. Adela Cortina 

Carolina Polo
EARLY YEARS VICEPRINCIPAL
Mamá Colegio The Columbus School

Revista Nuestra ASOPAF / Edición 17

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